La malanga es un tubérculo tropical de pulpa firme y almidonada, apreciado por su sabor suave y textura cremosa al cocerse. Cultivada en Puebla, esta raíz es ideal para sopas, purés, frituras, guisos y como base para harinas o espesantes naturales. Su composición rica en carbohidratos complejos la hace una excelente fuente de energía de liberación gradual, y su estructura la vuelve apta para preparaciones donde se busca cuerpo y estabilidad. Es un ingrediente versátil en cocinas tradicionales y contemporáneas, ampliamente utilizado en foodservice por su rendimiento y consistencia tras la cocción.